sábado, 4 de enero de 2014

TAMBIÉN ESTO

    También esto de que por la calle pase un ruidoso automóvil te despierte y apartes las cobijas y te digas qué día es hoy jueves jueves qué jueves va a ser y entonces pienses en la perennidad de los jueves del mundo y en aquél día cuando de niño dormiste hasta tarde y al despertar viste las motas de polvo en el aire dorado, si sería jueves o qué.
    
    También esto de descubrir que la camisa está verdaderamente imposible pero que a lo mejor desde lejos no se nota y cortando algunos hilos con el cortauñas a lo mejor.

    También esto de que se rompa la trenza del zapato del pie derecho y hacer un nudito algunos huecos más abajo y preguntarse si resistirá.

    También esto de que en otra casa griten ¡correo! y abran puerta y cierren puerta y gracias pues.

     También esto de que látara plam látara plám muevan los pipotes de la basura y fñññññññ del elevador del camión del aseo urbano y todo se mezcle en un pesado nimbo en el cual cada sonido corresponde a otro anterior sonido y todos ellos son memoria.

    También esto de comer pan con queso repetirte no es prudente salir, Pascual salió y no volvió, pero el pan se acabará, no, siempre hubo el mismo pan y el mismo queso y lo habrá siempre, pero no, pero no.
   
     También esto de leer en el mismo periódico viejo develado plan subversivo, propiedad horizontal, fantasma que camina hombre que no muere, cuide su línea, test para verificar su personalidad, ¿es usted feliz en el matrimonio? y gritar pero carajo pero carajo.

     También esto de, en el patio, mirar las anchurosas nubes, reconocer el desfile del mismo navío el mismo rostro el mismo hongo el mismo bisonte el mismo expansivo pulmón hasta que la avalancha de cúmulos que golpea tu corazón con fofos puñetazos te haga volverte a hacer otra cosa y en esa otra cosa reconozcas la misma de ayer y de anteayer y de trasanteayer.

     También esto de la lata de sardinas en la cual queda solo una, de la página en blanco en la que piensas escribir algo y después decides mejor no, la de la determinación de salir a comprar leche pan queso en el mismo abasto con el mismo portugués a ver qué pasa y el volver y cerrar bien la puerta o preguntarse si no será una imprudencia si no parecerá rara la casa con el portón cerrado desde tan temprano.


     Al fin decir esto no es posible un día no puede repetirse para siempre no puede volver así tremendo inacabablemente debe ser que estás muerto muerto de bola al salir a coger el aire te metieron una bala en el coco o mientras dormías te soltaron una ráfaga debes estar muerto o a punto y este es tu infierno la eternidad  en el tiovivo de un mismo día repetido.

(TEXTO/FOTO: LUIS BRITTO)

domingo, 29 de diciembre de 2013

TODO EL AÑO HAY INOCENTES


1
Había una vez un principio de curso en la Facultad de Derecho y los estudiantes a quienes se avisó que recibirían clases en el aula 1 encontraron un letrero que los enviaba al aula 12, mientras  el curso del aula 12 leía un aviso  que lo dirigía a la inexistente aula 31. Los cursantes del Tercer Año B encontraron que compartían  la misma aula a la misma hora con los veteranos del Quinto Año A; y cuando Control de Estudios enviaba al Cuarto Año B al aula 9, ésta ya estaba ocupada por el Segundo A. En dimes y diretes se perdió el primer día de clases porque le pedían orientación a todo el mundo excepto a Otrova Gomás y a un servidor, que habíamos pegado los falsos letreros. No hay que creer lo que se lee en los medios. 
2
¿Por qué entonces las damas novatas que entraban al baño DAMAS encontraban artefactos para orinar de pie y los caballeros novicios que ingresaban al CABALLEROS eran expulsados por  chillidos de veteranas que ingresaban donde siempre sin mirar el letrero? ¿Fue culpa de quienes cambiamos los rótulos la confusión de géneros que pareció instalarse como señal de los tiempos?  El hábito no hace al monje, ni el letrero al varón.
3
En un primer día de clases es mucho el profesor que no viene, e injusto dejar sin sabiduría a los novicios. Entonces aparecía un docente malencarado de voz retumbante, que prohibía tomar apuntes, dictaba una bibliografía en inglés y alemán, advertía que haría exámenes cada dos días y que a él no le pasaba nadie. La comedia duraba hasta que el farsante no podía aguantar la risa, o llegaba el profesor de verdad. Nadie es quien parece ser, y quien es no parece.
4
En cuanto el profesor de verdad empezaba su perorata entrábamos Otrova Gomás o un servidor para administrar un test psicológico a los nuevos. Nada alivia más a un profesor que no dar una clase, de manera que nos entregaba el curso, y nosotros lo entregábamos a los horrores de cuatro páginas multigrafiadas con problemas insolubles y preguntas como “¿Es usted capaz de decir NO?”, seguidas de la sospechosa “¿O es más bien capaz de decir SÍ?” Cuando un profesor de Psicología nos preguntó quién mandaba a poner el test, inventamos que “el profesor Hartman”. Después supimos que sí existía un profesor Hartman, que todavía nos debe estar buscando. Nunca sabremos quienes somos, y mucho menos quien pretende saberlo.
5
El mismo año cayó una dictadura, tuvimos cuatro presidentes distintos y un golpe de Estado verdadero. A tono con los tiempos en un grabador portátil improvisamos varios pronunciamientos de Junta Cívico Militar y se los tocamos como emisiones de radio a  estudiantes a quienes Otrova Gomás les dio la cola en su cacharra hasta la UCV. Corrieron por la plaza del Rectorado gritando que había un alzamiento, y la alarma fue tal que suspendieron las clases. Golpe mediático sí tumba gobierno.
6
Por las anécdotas anteriores sabrá el lector de mi aversión al desorden. En Carnaval los novatos pretendieron mojar gente con baldes. Para restablecer la normalidad en esos casos hay que tomar una manguera de emergencia, conectarla a una toma a presión y barrerlos como a pingüinos en una marejada. Sólo le perdoné el chapuzón al doctor Rafael Caldera, quien gracias a ello gobernó dos ruinosos períodos presidenciales. Quien va a mojar a los demás puede salir enchumbado.
7
Otrova Gomás y un servidor publicábamos quincenalmente El Torturado, que sacaba números de Carnaval en Navidad, de Navidad en Semana Santa, y de Semana Santa cada vez que queríamos que los tolerantes socialcristianos trataran de lincharnos. Invitamos a una Fiesta de Aniversario en la Quinta Tirrenia del Valle Arriba, y desde lejos vimos la procesión de autos que frenaban ante una caseta de herramientas con el rotulo “Tirrenia”. 
8
Estas son dulces memorias de una época ingenua, cuando el engaño tenía carácter artesanal y se perpetraba por amor al arte. Desde entonces los medios de comunicación asumieron el monopolio del fraude, tuvimos durante medio siglo electorados votando por la destrucción del país, políticos comerciando el voto, banqueros huyendo con la mitad del circulante de la Nación, marginales votando por los oligarcas, empresas de maletín recibiendo decenas de miles de millones de dólares para importaciones ficticias, y hay inocentes todo el año.
(TEXTO/FOTO: LUIS BRITTO)

CONSULTE TAMBIÉN:

http://luisbrittogarcia.blogspot.com 


BAJE LOS LIBROS DE LUIS BRITTO EN INTERNET:
Rajatabla: www.monteavila.gob.ve

Dictadura Mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve
La invasión paramilitar: Operación Daktari: www.minci.gob.ve
El Imperio Contracultural: del Rock a la Postmodernidad:
http://www.lajiribilla.cu/pdf/libroimperiocont.html